Cómo delegar y que funcione

Tu negocio florece, pero sentís que no tenés tiempo para escalar y hacerlo crecer más. Recibiste esa promoción que tanto buscabas en tu trabajo, pero ahora sentís que te alcanza menos el tiempo y que poco a poco estás perdiendo eficiencia. Lo que pasa es que te estás convirtiendo en tu propio cuello de botella. Tu éxito está creando la trampa que te puede impedir crecer más.

Hay un punto, tanto en los negocios como en las carreras profesionales en relación de dependencia, en la que los resultados que alcanzamos a nivel individual no son suficientes para seguir creciendo. Ese es el momento en el que formar equipo y delegar tareas se convierte en la clave del desarrollo. 

¿Por qué es tan difícil delegar?

Delegar no es simplemente dar la indicación de realizar una tarea. Implica, también, asignar la responsabilidad y la libertad para realizarla a una persona que es, por definición, distinta a mí. Cuando llegamos a esta instancia, usualmente perfeccionamos la forma de hacer muchas cosas, pero “a nuestra manera”. Nos encontramos, entonces, en la búsqueda de una copia personal que nos asegure el éxito en la delegación. Cuesta confiar, y mucho más, soltar.

¿Cómo lo puedo resolver?

El primer paso para delegar es, indiscutiblemente, la aceptación del otro. Aún eligiendo a la persona que creamos más adecuada, esa persona es un ser diferente a nosotros. Entonces, sin claridad sobre nuestras expectativas en este punto, es imposible avanzar.

Ya me hice a la idea, ¿y ahora qué?

  • Listar tareas y procesos: es necesario, antes de pensar en delegar, que revisemos cuáles son TODAS las tareas que realizamos. Puede que algunas parezcan menores y otras demasiado importantes como para dejar de hacerlas.
  • Estimar el tiempo que empleamos en cada una de las tareas. A veces podemos tener noción del tiempo que dedicamos a tareas muy significativas, pero perdemos el rastro de lo que dedicamos a un cúmulo de pequeñas actividades cotidianas.
  • ¿Cuáles de esas tareas te están consumiendo demasiado tiempo? Y por “demasiado” me refiero a que te están impidiendo abocarte a las tareas claves de tu negocio o rol. Por ejemplo, estás usando demasiado tiempo en armar promociones en tu página web o redes, y poco en investigar nuevas propuestas para tus clientes o mejoras para tus productos. 
  • ¿Qué podrías hacer con ese tiempo “extra”? Si decidirte a delegar se te hace difícil, puede resultar motivador saber qué harás con el tiempo que recuperes al delegar. No siempre tiene que ser algo que se relacione de forma lineal con tu trabajo. Puede ser también alguna actividad que te genere bienestar en cualquier otro nivel.
  • Seleccionar esas tareas que, sin dudas, alguien podría hacer mejor que vos. Nadie es experto en todo, así que siempre va a haber casos en los que otra persona va a ser más eficiente.
  • Documentá el proceso: para delegar es importante tener definidas las tareas a detalle. A veces confiamos en que una simple transmisión de indicaciones basta. Pero cuando alguien debe hacer por primera vez algo que nosotros hacemos hace tiempo, eso no alcanza. 
  • Seleccioná a quién le vas a delegar. ¿Qué características y competencias necesitás de la persona a la que delegarás las actividades? A veces no necesitamos alguien full time, o no necesitamos delegar todo de una vez. Podemos sumar a alguien de a poco, por algunas tareas, para ver cómo resulta.
  • Establecé las expectativas. Explicá claramente lo que esperás y cómo querés que se haga. Cuanto más específico sea esto y mejor documentado esté, hay más posibilidades de que el proceso de delegación sea exitoso.
  • Amigate con la posibilidad de que algo no salga como querés. Porque va a haber desafíos, pero si los analizan en conjunto pueden volverse en un gran aprendizaje.
  • Sostené la curva de aprendizaje. Es un proceso, no vas a tener un reemplazo inmediato sino alguien que aprenda la tarea y la perfeccione de a poco.
  • Invertí tiempo. Al principio vas a tener que revisar, estar, enseñar. No hay posibilidad de transmitir por telepatía.

Y por último, confiá. Es una persona diferente, pero por algo la consideraste. Al principio llevará más tiempo, pero después, seguramente, liberará espacio en tu agenda y en tu mente para avanzar.

Delegar puede ser un gran desafío, pero es una tarea imprescindible para crecer y trascender los límites de lo que solos podemos hacer.

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