El arte de tomar decisiones inteligentes

Si nos concentramos en el mundo de los negocios, la habilidad para tomar decisiones se vuelve un pilar que puede definir el rumbo de cada paso que damos. Hoy quiero compartirte algunas de las claves fundamentales que utilizo y recomiendo para tomar decisiones inteligentes en el ámbito empresarial.

Tanto en la vida profesional como en la personal, en el negocio o en la familia, tomamos decisiones permanentemente. El resultado de esas elecciones deja su huella en nuestro bienestar y en el de quienes nos rodean.

Si nos concentramos en el mundo de los negocios, la habilidad para tomar decisiones se vuelve un pilar que puede definir el rumbo de cada paso que damos. Hoy quiero compartirte algunas de las claves fundamentales que utilizo y recomiendo para tomar decisiones inteligentes en el ámbito empresarial.

 

Metas bien definidas. Tu brújula en el camino.

Antes de tomar cualquier decisión, es fundamental preguntarnos: “¿Para qué?” La respuesta a esta pregunta debe estar alineada con nuestras metas y objetivos. Si no es así, debemos cuestionarnos hacia dónde estamos dirigiendo nuestras energías y nuestro tiempo. Además, cuando nos encontramos ante múltiples opciones, es importante considerar cuál de ellas nos acerca más a nuestras metas. Tener metas claras nos proporciona un filtro sólido y nos ayuda a tomar decisiones más acertadas.

 

Datos confiables. La base de las decisiones informadas

Al igual que cuando buscamos reseñas antes de elegir una película o un restaurante, en el mundo de los negocios debemos basar nuestras decisiones en datos confiables. Antes de tomar cualquier decisión importante, debemos definir qué información necesitamos y cómo vamos a asegurarnos de su confiabilidad. La información no solo debe ser confiable sino también económica con respecto al impacto que puede generar. Te doy un ejemplo exagerado de esto último, no necesito pagarle a alguien un pasaje para que venga y me diga de primera mano qué opina del servicio de una aerolínea. Seguramente tengo formas más fáciles y económicas de saberlo. 

 

Estrategia siempre en el centro. La planificación estratégica como hoja de ruta.

La planificación estratégica es el alma de cualquier negocio exitoso. Con planes sólidos que contemplen tu propuesta de valor, tu mercado objetivo y tu competencia tu estrategia se convierte en un mapa que guiará tus decisiones. Por eso, siempre debemos preguntarnos cómo afectará la decisión que estamos a punto de tomar a nuestro camino estratégico.

 

Evaluación de riesgos en diferentes escenarios.

La toma de decisiones conlleva riesgos inevitables. Debemos aprender a evaluar los pros y contras, considerando diferentes escenarios: el deseado, el optimista y el pesimista. Debemos definir qué riesgos estamos dispuestos a asumir y cómo afectarán a nuestro negocio. Tener visibilidad de todas las variables en juego nos ayudará a tomar decisiones más conscientes.

 

Valores de marca. La ética del negocio como guía. 

Nuestros valores personales y los de nuestra marca son un filtro importante a la hora de tomar decisiones. Debemos preguntarnos si la decisión que estamos considerando está alineada con nuestros valores y principios. Esto nos dará una guía importante para avanzar de manera ética.

 

Inspiración. Estudiá a los mejores.

Nunca se trata de copiar o imitar, pero sí de observar y aprender de quienes están a dónde nosotros queremos llegar. ¿Qué creés que harían esas personas que admirás si estuvieran en tu lugar? 

 

Consultá con expertos para achicar la brecha de conocimiento o experiencia

Porque no tenemos que saber todo. ¡Menos mal! Por eso, si tu decisión depende mucho de cuestiones que no son de tu campo de conocimiento o experiencia, busca mentores, asesores y expertos que puedan enriquecer tu mirada. Eso no implica dejar la decisión en sus manos, sino poder tomarla con información de mejor calidad.

 

Abrir la puerta a la experimentación.

No debemos esperar tener el 100% de certeza antes de avanzar. Debemos estar dispuestos a experimentar cuando sea posible, minimizando riesgos pero sin temor a probar cosas nuevas. El aprendizaje en el terreno suele ser el más valioso.

 

Claridad financiera. La gestión inteligente de los recursos.

La gestión financiera es clave para la toma de decisiones. Debemos analizar nuestros recursos y flujo de dinero para afrontar la  inversión o gastos, considerando el retorno esperado. Mantener un presupuesto completo y actualizado es fundamental como guía para nuestras decisiones.

 

Networking: Conexiones que Impulsan el éxito. 

Construir una red de contactos sólida puede proporcionarnos consejos y perspectivas valiosas. Dicen que somos el resultado de las cinco personas con las que nos rodeamos, así que no debemos subestimar el poder de las conexiones en nuestro camino empresarial.

 

Cada negocio es único y la toma de decisiones es un arte que se perfecciona con el tiempo y la experiencia. Cada elección que haces es una oportunidad para aprender y crecer en tu camino hacia el éxito.

Deja un comentario

Suscribite a mi newsletter

Escribime

trabajemos juntos