Un proceso de coaching ayuda a clarificar lo que realmente deseas. Muchas veces no estamos satisfechos con algún aspecto concreto de nuestra vida o no obtenemos los resultados que queremos, sin embargo, no sabemos cómo expresar qué situación nos está afectando en negativo.
Cuando sabes exactamente lo que quieres pero no sabés cómo lograrlo, el coach te ayuda a explorar, evaluar, valorar y ordenar nuevas opciones para elegir las mejores y construir un plan de acción.
El coaching sirve para trabajar temas como la comunicación efectiva, el liderazgo, la gestión del tiempo, la gestión de los conflictos, las creencias y los hábitos, la gestión del estrés y de las emociones. Su objetivo es que que el coachee progrese de forma rápida y eficaz, alcanzando autonomía en la resolución de los problemas importantes y cotidianos.
El coaching para emprendedores busca profundizar en tus habilidades personales, ortientando el proceso a los objetivos de tu emprendimiento. Podrás identificar, diseñar y planificar todas las metas de tu negocio y diseñar los puntos de acción para lograrlas.
A través de un proceso de autodescubrimiento detectarás tus fortalezas, talentos y debilidades y podrás sacar el máximo provecho de todas ellas.
El coaching se basa en el aprendizaje individual, y el coachee no recibe sugerencias o información del coach. El coach es un vehículo de este aprendizaje disparando reflexiones mediante preguntas y metáforas. En el caso del mentoring, el mentor asume un rol de experto en el que comparte conocimientos, experiencias, estrategias y herramientas de gestión.
En general, los clientes suelen necesitar ambas cosas, especialmente en el ámbito profesional o de negocios. Es importante tener claro que las herramientas de coaching pueden aplicarse al mentoring pero en el coaching el coach es solo un instrumento.
Una conversación inicial servirá para precisar el tipo de servicio y adaptarlo a tus necesidades.